El sistema de transporte en la ciudad de Nueva York ha experimentado una evolución fascinante a lo largo de los años. Desde los primeros tranvías y ferrocarriles del siglo XIX hasta la red de metro que conocemos hoy en día, el transporte ha desempeñado un papel vital en la vida urbana de esta metrópoli.
En 1904, Nueva York inauguró su primer sistema de metro, convirtiéndose en uno de los primeros del mundo. Desde entonces, la red de transporte ha crecido y se ha adaptado a las cambiantes necesidades de la ciudad, facilitando la movilidad de millones de residentes y visitantes cada día.
A lo largo de los años, se han implementado diversas mejoras y tecnologías, desde la introducción de la tarjeta MetroCard hasta el sistema OMNY, que continúa simplificando y modernizando la experiencia de viaje en Nueva York.
En 2024, Nueva York dará el adiós definitivo a las icónicas MetroCards, marcando el fin de una era en el sistema de transporte de la ciudad. La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) anunció en 2020 la transición a los lectores OMNY, que ya han sido instalados en todas las estaciones de metro de la ciudad. Este cambio permitirá a los neoyorquinos el uso del "touch and pay" en lugar de depender de las tradicionales tarjetas amarillas.
El sistema de pago OMNY te permite utilizar directamente tu tarjeta bancaria para pagar tus viajes de manera rápida y sencilla. Ya no es necesario preocuparse por abonos, simplemente paga por cada trayecto a un coste de $2.90. Además, si realizas más de 12 viajes a la semana, puedes optar por un pase semanal de $34, permitiéndote viajar de manera ilimitada durante esa semana.
Además del metro, Nueva York cuenta con una extensa red de autobuses que cubren toda la ciudad. Estos autobuses ofrecen una excelente alternativa para explorar vecindarios específicos y llegar a destinos que quizás no estén directamente conectados por el metro. El pago con tu tarjeta bancaria también es válido en los autobuses, es una opción flexible y conveniente para tus desplazamientos.